José Mateos, Otras canciones

JOSÉ MATEOS
Otras canciones
Pre-Textos, Valencia, 2016
A veces la vida llega con formato de poema, a veces con formato de prosa. En José Mateos (Jerez de la Frontera, 1963), la voz siempre consigue elevar lo que nombra. Presenta el libro Otras canciones como la prolongación de Un año en otra vida, un diario mestizo que publicó en 2015.
Pero la conexión entre ambos libros es solo una anécdota vital porque el poemario tiene vida propia, a pesar, o quizá gracias, a que «estas canciones son muy poca cosa. A veces rozan un paisaje, un objeto, y se van. A veces, logran posarse, pero con la prudencia y la timidez del polvo». Acostumbrados a que todo esté recargado, sea ruidoso, huya del silencio, al encontrarnos de pronto con un libro que deliberadamente murmura, corremos el riesgo de menospreciarlo. Y sin embargo, nos pone en la mano la esencia que tantas veces se volatiliza, el perfume, el humo, la sustancia minúscula y a la vez suficiente. Todo ello sin dejar de ser un libro andaluz. Muchas de las piezas son literalmente coplas. Los Machado están ahí, y lo anterior a los Machado, la sabiduría popular. Pero nunca alzan la voz, con lo difícil que resulta evitarlo cuando hay rima y el tranco es corto. Son tan sutiles que por ejemplo el poema «El cernícalo» nos suspende en el aire, sin bajarse del aire, y no nos asfixia con tanto volumen de aire. Borges hizo el experimento de rimar palabras consigo mismas y llegó a la conclusión de que no casan. En esta pieza, el soporte del cernícalo no varía: «Se queda quieto en el aire / con el aire, / y desde el aire / me vuelve todo de aire». La vida también es esa insinuación que no termina de decirse o de aclararse, aunque nos parece que la tocamos con la punta de la lengua: «Después, de muchas formas / y en muchas ocasiones / te he esperado, Palabra / aún por decir, que dice / y no dice, que sabe / lo que nunca se sabe. // Canción que me contiene». Más que curarse en salud, Mateos celebra el logro de estas canciones: «Posiblemente más de un lector las encontrará algo faltas de condimentos, casi insustanciales. Es natural: quise soñar con la posibilidad de escribir unos poemas tan sencillos, tan desnudos, que parecieran invisibles».
                                                                                           

                                                                                            

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